sábado, 29 de octubre de 2011

Todo éxito empieza por nuestra facultad para imaginarlo con convicción.

  • Nace un deseo: de repente se nos ocurre algo.
  • Llega la reacción:
    • Sacamos la conclusión por los obstaculos o nuestra incapacidad de que es irrealizable.
    • O bien,  nos vemos triunfadores.
  • Surgen las dudas y quizas cometemos el error de comentárselo a alguien que nos intenta disuadir.
  • Si a pesar de todo no han podido desanimarnos hay dos posibilidades:
    • Que dejemos el asunto en el aire, donde probleblemente se desvanecerá.
    • O tomamos la decisión de manos a la obra que nos conduce al pensamiento:  lo conseguiré pese a quien pese.
Es importante que al lo conseguiré no le falte convicción ya que con eso nuestras posibilidades de éxito son mucho mayores que repitiéndonos  "no lo conseguiré" porque nuestra fuerza motriz no son nuestros actos sino nuestra imaginación.
Esta imaginación debe ser estimulada con ahinco con mensajes positivos, hasta que, sin pensar, hacemos lo que nos hemos propuesto porque nuestra voluntad se convierte en más fuerte que todas las dudas y obstáculos.
Ánimo, ejercita tu imaginación.
http://www.youtube.com/watch?v=UXblHvWW2cA