- Conocimiento de las propias emociones.
- Manejo adecuado de nuestras propias emociones para poder expresar siempre lo que deseamos y de la forma adecuada.
- Automotivación y autocontrol de las emociones.
- Reconocimiento de las emociones de los demás donde la empatía es un factor clave.
- Establececimiento de relaciones con nuestros semejantes, que es la base del liderazgo y de la eficiencia interpersonal.
¿Por qué personas que presentan capacidades altamente desarrolladas y que obtienen altos indicadores de C.I. fracasan al aplicar sus capacidades o inteligencia o incluso presentan limitaciones para adaptarse y desarrollar relaciones armónicas? Les falta inteligencia emocional. Sin competencias emocionales el perfeccionamiento humano, objetivo principal de la educación, no se consigue. BIENVENIDOS.
lunes, 15 de octubre de 2012
1. PROCESOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL:
domingo, 14 de octubre de 2012
domingo, 22 de abril de 2012
DECIR NO
DECIR NO
A la gran mayoría de nosotros nos cuesta decir que no cuando nos piden algo. Esto pasa por varias razones donde predomina el miedo ante los demás:
v
A
parecer egoístas o maleducados
v
A
desagradarles y que dejemos de caerles bien.
v
A que
reaccionen agresivamente.
Sin embargo es esencial para nuestro bienestar que cambiemos
de actitud si queremos prevenir las consecuencias
negativas que pueden afectar gravemente a nuestra salud física y psicológica.
En el mundo laboral esta situación es muy común y es fácil
que nos sobrecarguemos y nos veamos incapaces. A pesar de todo seguiremos
diciendo si por temor a:
ü Dar la impresión
de no ser eficientes
ü Que se enfade el
jefe si le decimos que no podemos hacerlo.
ü Que nos bajen de
categoría, o peor, perder nuestro trabajo.
ü Que dejen de
apreciarnos.
Vamos a considerar cada uno de
estos factores:
v
Siempre
que se responda asertivamente a las exigencias excesivas de nuestros jefes podremos
controlar la situación en el supuesto, poco probable, de que éste se ponga
furioso con nosotros.
v
Si
defendemos nuestros principios y le hacemos ver la situación, ganaremos su
respeto y puede que consigamos concienciarle de la magnitud de sus exigencias.
v
Él
respetará nuestra sinceridad y es más probable que en el futuro nos trate con
más consideración.
v
Hemos
de explicar nuestro caso demostrando que tenemos más trabajo sobre la mesa del
que podemos hacer y pedir que se nos indique la urgencia de cada una de las
tareas.
Para concluir: hay muchas formas de decir no, pero la
única conservando el respeto hacia uno mismo es siendo asertivo y como persona
asertiva siempre tenemos derecho a decir no y deberíamos poder hacerlo sin sentirnos culpable. Podemos elegir dar una explicación, pero no es lo mismo que dar una excusa, porque detrás de esta casi siempre hay una mentira.
Aprender a decir no.
Técnicas para decir no
EL APRETÓN DE MANOS.
Por la forma de dar la mano podemos saber mucho más de lo que nos imaginamos de
una persona. Por eso es importante que
aprendamos a interpretar estos signos para comunicarnos mejor:
Una
persona agresiva siempre pondrá su mano por encima ya que le gusta dominar y
controlar la situación.
Un
pasivo las pondrá con las palmas hacia arriba, lo que indica que cede el
control de la situación.
En el
asertivo, sin embargo, las palmas formarán ángulos rectos con el suelo predominando
la igualdad.
Alguien
que dependa de ellas para su trabajo (un relojero, cirujano…) o que tenga algún
problema físico (como la artritis) las dará con delicadeza como protección. Por
eso, en estos casos, tendremos que fijarnos en otros signos del lenguaje
corporal para saber si es una persona de carácter pasivo o débil.
El
que aprieta con mucha fuerza nos quiere dar la impresión de que es una persona
dura y a la que le gusta dominar completamente la situación.
Coger nuestra mano entre las dos de la otra persona
es propio de quien inicia la conversación para darnos a entender lo amable,
afectivo y sincero que es; pero ¡ojo!, también justo lo contrario, la sospecha
de que quiere algo de nosotros.
Si
nos ofrecen la mano con el brazo rígido, no tenga la menor duda que se trata de
una persona agresiva que intenta controlarle a usted y a la situación.
Cuando
nos aprietan los dedos en vez de la mano, delata que es alguien con poca
confianza en si mismo.
http://www.youtube.com/watch?v=9_fsuSI7x40
EL LENGUAJE CORPORAL Y LA ASERTIVIDAD
Ya
- Positivas:
- Nuestro
estado de ánimo y actitud respecto a algo o a alguien.
- Es un
complemento importante que refuerza lo que decimos, llegando incluso a
sustituir al lenguaje verbal. Por ejemplo, encogerse de hombros,
significa que no sabes lo que te preguntan.
- Negativas:
- Puede
dar una falsa imagen de cómo nos sentimos.
- Puede
contradecir por completo lo transmitido por palabras, sobre todo cuanto
la otra persona acepta más lo que ve que lo que escucha.
- Puede
resultar tan desconcertante que no lleguemos a transmitir mensaje alguno.
El lenguaje corporal negativo nos presenta a los demás como
pasivos o agresivos, mientras el positivo es propio de las personas asertivas,
que siempre están abiertas a cualquier comentario.
Lenguaje corporal agresivo:
Lenguaje corporal agresivo:
Ø
Pies
separados.
Ø
Mentón
levantado.
Ø
Manos
en la cintura.
Ø
Señalar
con el dedo.
Ø
Acercarse
demasiado.
Ø
Mirar
fijamente a los ojos
Lenguaje corporal pasivo:
Ø
Ojos
bajados desviando la mirada.
Ø
Estar
encorvado.
Ø
Taparse
la boca con la mano.
Lenguaje corporal asertivo o receptivo:
Ø
Contacto
visual apropiado mirando a la cara en general.
Ø
Sonreír
y asentir cuando habla la otra persona.
Ø
Postura
relajada
Gestos abiertos.viernes, 13 de abril de 2012
Haz que los demás te respeten como tu les respetas a ellos
Con nuestros amigos o la propia familia, a veces, las relaciones dejan de ser armónicas y vemos que los que antes nos caían bien empiezan a aprovecharse de nosotros y a faltarnos al respeto. Esto nos hace sentir inferiores y pensar en que es cosa de la mala suerte o, tal vez, un castigo por algo que hicimos mal en el pasado.
Sin embargo, no deberíamos preocuparnos porque esto es muy común y tiene como causa principal el que nos vean como mansos corderitos, lo que despierta en ellos la fiera que llevan dentro.
Afortunadamente tiene remedio, que pasa por aprender a respetarnos y hacer que los demás nos respeten.
¿Cómo podemos empezar?
Lo primordial es que mejoremos nuestra seguridad interior y exterior trabajando con dos factores fundamentales, las creencias y el lenguaje corporal.
- las creencias: Creer que tenemos que actuar como una buena persona ante los demás nos hacen vulnerables porque etiquetan nuestra personalidad como muy blanda y se aprovecharán de nosotros.
El origen de todo esto está en nuestra niñez y en nuestra relación con nuestros padres, hermanos, personas que hemos querido y la propia comunidad. Ellos nos han dicho que deberíamos tratar bien a los demás y que no deberíamos hacer nada que no nos gustara que nos hicieran. Son reglas de cortesía que hacen que se aprovechen de nosotros, porque actuar como una “buena persona” puede hacer nos vean como presa fácil. Así, por ejemplo los bravucones de clase (si somos adolescentes) nos hacen sufrir y nos bajan la autoestima convirtiéndonos en una persona más insegura.
Por eso os digo: Basta ya de que se abusen de nuestra buena fe, de que no sientan lo que sufrimos, de que nos hagan creer que tienen el derecho a maltratarnos y que no nos merecemos vivir bien. Pongámonos de una vez por todas manos a la obra y cuestionemos ya, si es que nos han hecho más mal que bien, nuestras creencias.
Un buen comienzo sería cambiar el “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti” por “haz que los demás te respeten como tú los respetas a ellos”. O si queremos por: “primero esta el respeto hacia mí”.
Con esto cambiaremos nuestra personalidad pasando de pasivos a asertivos y la actitud de las demás personas hacia nosotros, que se lo pensaran dos veces antes atacar nuestros derechos.
- El lenguaje corporal:
Ya hemos tocado la seguridad a nivel interior (con las creencias). Ahora vamos a lo exterior. Hay personas que detectan a los que tenemos personalidad de mansos corderitos y lo hacen para demostrar su autoridad con su liderazgo rastrero. Se meten con nosotros porque no podemos defendernos ante cualquier agresión que nos hagan gracias al miedo que han instaurado. Por eso es necesario cambiar nuestra primera impresión antes ellos.
Trabajemos el lenguaje corporal:
· Pararnos derechos y bien confiados.
· Hablar fuerte para que nos escuchen.
· Marcar nuestro territorio haciéndonos dueños de nuestro propio espacio (cuanto más mejor).
· Mantener la mirada firme y segura para demostrar nuestra seguridad.
· Sacar las manos de los bolsillos porque a través de ellas comunicamos cualidades de nuestra personalidad (no las desperdiciemos).
· Ofrecer la sonrisa en el momento adecuado y no para complacer a los demás. Así los hambrientos lobos no nos detectarán como presa fácil.
Como veis no es tan difícil; pero exige práctica, trabajando el “antes” más que el “durante”. Es decir, debemos modificar nuestras creencias de persona pasiva en asertiva cambiando las posturas corporales hacia una mayor seguridad y confianza.
APRENDE A SER ASERTIVO. TODO EMPIEZA POR LOS DERECHOS HUMANOS BÁSICOS:
- El derecho a mantener tu dignidad personal mientras no violes los derechos humanos básicos de los demás.
- El derecho a tener derechos y defenderlos, siendo tratado con respeto y dignidad
- El derecho a rechazar peticiones sin tener que sentirse culpable o egoísta.
- El derecho a experimentar y expresar los propios sentimientos.
- El derecho a detenerse y pensar antes de actuar y cambiar de opinión cuando se crea justo.
- El derecho a pedir que se quiere (dándose cuenta de que la otra persona tiene el derecho a decir que no).
- El derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
- El derecho a ser independiente y tener opiniones y expresarlas.
- El derecho a tener el cuerpo, y la salud y los anos que se tienen, y a utilizar el tiempo y propiedades como se juzgue oportuno.
- El derecho a cometer errores, ser responsable de ellos y a decidir dejar de cometerlos.
- El derecho a sentirse a gusto consigo mismo.
- El derecho a tener necesidades propias y que esas necesidades sean tan importantes como las necesidades de los demás. Además, tenemos el derecho de pedir (no exigir) a los demás que respondan a nuestras necesidades y de decidir si satisfacemos las necesidades de los demás.
- El derecho a ser escuchado y a ser tomado en serio.
- El derecho a decidir si satisfacemos las expectativas de otras personas o si nos comportamos siguiendo sus intereses (siempre que no se violen los derechos de los demás).
- El derecho a hablar sobre el problema con la persona involucrada y aclararlo, en casos límite en que los derechos no están del todo claros.
- El derecho a pedir información y a obtener aquello por lo que se paga.
- El derecho a estar solo cuando así se escoge.
- El derecho a hacer cualquier cosa mientras que no se violen los derechos de alguna otra persona.
sábado, 24 de marzo de 2012
EMPATÍA SI, PERO…. POSICIONES PERCEPTUALES
¿Quieres conocer a alguien?
Camina en sus mocasines (proverbio de los indios americanos)
En los procesos comunicativos podemos percibir los hechos desde tres posiciones que determinan el resultado de la evaluación de los resultados de nuestras interacciones:
- Propia perspectiva: oímos, vemos y sentimos la experiencia en nuestra propia piel y, si se trata de recuerdos, podemos incluso revivir al detalle emociones, imágenes, sonidos y sensaciones. Aquí se toma en consideración nuestro propio punto de vista, nuestra propia perspectiva porque estamos metidos en nuestros propios zapatos.
- Perspectiva del otro: vemos, oímos y sentimos como él porque nos ponemos en su lugar. Es la posición de la empatía en la que asimilamos por completo la experiencia ajena como si fuera la nuestra propia subordinando nuestra interacción a su supuesta acción ya que suponemos lo que piensan y sienten. Con ello corremos el riesgo de la exageración (positiva o negativa).
- Posición de Observador: construimos la experiencia viendo y oyendo como si fuera una película en la que participamos, pero sin experimentar ningún tipo de sensación o emoción. Con esto no hacemos evaluaciones apasionadas que nos permiten cambiar más fácilmente de rumbo hacia el resultado deseado.
¿QUÉ POSICIÓN ADOPTAMOS?.
Dado que los que perciben, piensan y actúan desde si mismos se encierran en su propio modelo de mundo, los que se ubican tanto en la posición del otro dejan de percibir sus propias necesidades, pensamientos y sentimientos y los que lo ven todo desde fuera se comprometen poco mostrándose distantes; lo ideal sería cambiar de posición. A más experiencias mayor flexibilidad, algo muy importante para las relaciones personales.
martes, 13 de marzo de 2012
HERRAMIENTAS Y ACTITUDES ANTE EL CONFLICTO.
A nivel global serían confianza en uno mismo y en los demás, conocimiento de habilidades sociales adecuadas y la creencia de que se puede hacer algo. Esto se traduce en la expresión adecuada de nuestras emociones, la escucha activa y la búsqueda de alternativas válidas para ambas partes.
Pasos a seguir:
- Reconocer de las emociones propias y ajenas reflexionando sobre que necesidades no hemos satisfecho o no han satisfecho los demás.
- Identificar los pensamientos ante los problemas. Estos pueden ser de dos tipos:
- Yo tengo la culpa.
- La culpa la tiene el otro.
- Yo tengo la culpa.
- Dejar de buscar culpables y describir cada una de las partes lo que ha vivido, interpretado y sentido; expresando lo que le hubiera gustado y siempre proponiendo cambios para el futuro.
A la hora de hablar para resolver el conflicto es importante que tengamos en cuenta lo siguiente:
Þ Mostrarse próximo mirando siempre a los ojos.
Þ Pedir no exigir porque el tener respeto por los demás siempre empuja a la cooperación.
Þ Hacer preguntas y sugerencias, nunca acusaciones que impidan el llegar a una solución.
Þ No adivines el pensamiento del otro. Pregunta.
Þ Habla de lo que el otro hizo, no de los es porque el objetivo es siempre cambiar las conductas.
Þ Céntrate en el tema de la discusión sin sacar a relucir temas pasados que puedan liar las cosas.
Þ No acumules problemas. Plantéalos si no quieres que el resentimiento te haga explotar.
Þ Escucha. No interrumpas.
Þ Se responsable y no eches siempre la culpa al otro.
Þ Ofrece soluciones.
Þ Haz ver que has entendido y resalta aquello en lo que coincidáis y sobre todo lo que te agrada del otro.
Þ Evita la crítica, los comentarios negativos y la ironía para castigar y humillar porque esto es una venganza y no una búsqueda de soluciones.
Þ Pregunta al otro que puede hacer para mejorar las cosas interesándote por sus actividades.
Þ Busca un espacio neutral que facilite el hablar, la tranquilidad y la intimidad.
LOS CONFLICTOS: aproximándonos al concepto.
Los conflictos son situaciones en la que dos o más personas entran en desacuerdo porque sus posiciones, intereses, necesidades, deseos o valores son incompatibles (o son percibidos como tal).
Las emociones y sentimientos juegan un papel muy importante para el resultado del mismo, que puede ser un deterioro de las relaciones o un fortalecimiento de las mismas.
Diferencia entre conflicto y problema.
El problema es una molestia, algo que no puede solucionarse, una dificultad o una incomprensión en base a un asunto.
Por otro lado el conflicto es un desacuerdo entre las partes, un enfrentamiento por algún motivo donde los intereses o puntos de vista se contraponen.
¿Por qué vemos el conflicto como algo negativo?
Porque enfrentarse a ellos e intentar resolverlos requiere mucha energía y el sentimiento de la mayoría es que no nos educaron para ello de forma positiva dotándonos de herramientas y recursos. Y de ahí que lo relacionemos con el término violencia.
¿Cómo transformar esta visión en algo positivo?
Aunque tenemos gran resistencia al cambio debemos pensar que los conflictos son algo inevitable teniendo necesidades, a veces, tan diferentes. Esa diversidad es un valor, una verdadera palanca de transformación social y un medio de desarrollarnos y mejorar la convivencia.
Por eso el conflicto no es el problema sino el que sepamos hacer lo que hay que hacer cuando aparece para darle la respuesta adecuada.
viernes, 2 de marzo de 2012
Comunicación no verbal. Los gestos.
No es más que todo lo que transmitimos por medio de
movimientos y que delata completamente nuestros
sentimientos o percepción acerca de la persona con la que está interactuando.
Cuando conversamos con alguien reflejamos y enviamos miles de señales
y mensajes a través de nuestro comportamiento. En una fracción de segundo
adquirimos conocimientos que tal vez tardaríamos años en asimilar a la vez que
delatamos nuestra verdadera personalidad y de paso reflejamos características
que muchas veces preferimos ocultar.
Los gestos
más comunes son:
Caminar
erguido
|
confianza y
seguridad en sí mismo
|
Hombros
caídos
|
depresión e
incapacidad
|
No mirar a
una persona
|
Sugiere
rechazo (no me interesas,
no me simpatizas). |
Arreglarse el
pelo con la mano.
|
sugiere
provocación discreta, coqueteo.
|
Ajustarse el
nudo de la corbata
con la mano. |
gesto
equivalente al anterior.
|
En las
mujeres morderse los labios
con la punta de la lengua. |
mensaje
abiertamente sexual,
de provocación. |
Palma de la
mano abierta
en todo momento. |
gesto
característico de las personas sinceras.
|
Unir los
tobillos.
|
desconfianza
|
Apretarse la
nariz.
|
evaluación
negativa
|
Jugar con un
lápiz o un objeto
cualquiera. |
provoca
nerviosismo, inquietud, ansiedad porque estamos tratando de ganar tiempo y preparándonos
para dar una respuesta adecuada.
|
Manos en las
mejillas.
|
evaluación.
|
Sentarse con
las manos
agarrando la cabeza por detrás. |
seguridad en
sí mismo y superioridad
|
Pararse con
las manos en las
caderas. |
buena
disposición para hacer algo
|
Jugar con el
cabello.
|
falta de
confianza en sí mismo e
inseguridad. |
Comerse las
uñas.
|
inseguridad o
nervios.
|
La cabeza
descansando sobre
las manos o mirar hacia el piso. |
aburrimiento.
|
Mirar el
reloj mientras se habla .
|
impaciencia.
|
La mujer que
se sienta con las
piernas abiertas. |
independencia.
|
Caminar muy a
prisa.
|
personalidad
dinámica.
|
Caminar con
pasos vacilantes
|
personalidad
vacilante insegura, tímida.
|
Poner los
pies sobre la mesa.
|
relajamiento
total, control absoluto o chulería.
|
Las mujeres
que miran hacia los
lados. |
insinuación
sexual.
|
Hombre mira
hacia los lados
con cierta frecuencia . |
hipocresía.
|
Frotarse las
manos.
|
impaciencia.
|
Acariciarse
la mandíbula.
|
toma de
decisiones.
|
Mirar hacia
abajo.
|
no creer en
lo que se escucha.
|
Brazos
cruzados a la altura del
pecho. |
actitud a la
defensiva.
|
Inclinar la
cabeza.
|
interés.
|
Palma de la
mano abierta.
|
sinceridad,
franqueza e inocencia.
|
Entrelazar
los dedos.
|
autoridad.
|
Morder un
labio con el otro.
|
timidez
actitud nerviosa.
|
Las dos
piernas unidas
paralelamente. |
personalidad
ordenada y cuidadosa.
|
Cruzar la
pierna en un ángulo
de 90º al nivel de la rodilla. |
ambicion.
|
Frotarse un
ojo.
|
dudas.
|
Tocarse
ligeramente la nariz.
|
Mentir, dudar
o rechazar algo.
|
Manos
agarradas hacia la
espalda. |
Furia, ira,
frustración y aprensión.
|
Cruzar las
piernas, balanceando
ligeramente el pie. |
aburrimiento.
|
El puño
cerrado.
|
tensión
nerviosismo.
|
Pisadas
repetidas en el suelo
mientras se está estático |
nerviosismo,
impaciencia, intranquilidad.
|
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